El presidente de Ciudad Real International Airport (CRIA), Rafael Gómez Arribas, ha comparecido ante los medios de comunicación de Ciudad Real para dar lectura al siguiente comunicado:
«Pese al esfuerzo titánico desarrollado durante más de dos años y con una inversión cercana a los 7 millones de euros destinados a depurar jurídicamente los bienes incorporados a la compraventa, restituir las licencias y permisos de navegación, poner a punto la infraestructura y asumir los gastos de conservación y mantenimiento del aeropuerto, CRIA (Ciudad Real International Airport) no ha conseguido reunir los suficientes apoyos financieros para hacerse con el control del Aeropuerto de Ciudad Real.
El proyecto no ha resultado tan atractivo para los inversores como inicialmente todo hacía prever y las numerosas incertidumbres sobre la recuperación de las licencias y el espacio aéreo, la dilación en los plazos para cerrar el concurso de acreedores junto con el lastre reputacional de la infraestructura han acabado con la primera oportunidad real para reactivar el Aeropuerto después de 9 años de concurso.
No ha sido posible obtener la condición de gestor aeroportuario
Desde que fuera adjudicataria provisional en abril de 2016, CRIA ha desplegado una intensa actividad comercial, administrativa y operativa para recuperar la actividad en el Aeropuerto y desarrollar un negocio vinculado a la logística y la industria aeronáutica.
Sin embargo, el Auto de Adjudicación Provisional del Juzgado de 1ª Instancia número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real, de abril de 2016, no ha sido considerado por los Organismos competentes como título suficiente para restaurar las licencias de operación y el espacio aéreo perdidos por la Sociedad Concursada y que son imprescindibles para operar el aeropuerto y transmitir confianza a los operadores e inversores.
Frente a la receptividad del sector aeronáutico en general, el perfil plano, cuando no inacción, de los niveles administrativos han contribuido a generar incertidumbre y falta de confianza en un proyecto con una reputación muy lastrada por los antecedentes históricos del mismo. Sin las licencias que le dan la categoría de aeropuerto, el objeto de la compraventa era solo un conjunto de fincas rústicas con edificaciones, sin uso económico posible, ni tan siquiera el agrícola, situación poco atractiva para cualquier inversor.
Añadido a ello, el retraso de prácticamente un año en la depuración documental y jurídica de la compraventa también ha aumentado el grado de incertidumbre y falta de confianza en el proyecto. De nada ha servido que ello fuera por causas ajenas a CRIA como bien se reconocía en Resolución de abril de 2017 del juzgado de 1ª instancia número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real, por la que se paralizaba sine die el plazo para efectuar el pago “debido a la enorme complejidad de la documentación a preparar”. La sombra de la duda nuevamente se posó sobre un aeropuerto con una trayectoria tan controvertida como extraordinarias son sus instalaciones y su potencial.
Un Aeropuerto privado en un ecosistema público
El Auto de Adjudicación Provisional establecía que lo invertido por CRIA hasta satisfacer la totalidad de los 56.200.000 euros por el que fue adjudicado eran a “riesgo y ventura” del adjudicatario. CRIA ha hecho esos desembolsos y mantiene su convicción de que el Aeropuerto de Ciudad Real es un proyecto viable y con un enorme potencial para la creación de riqueza y empleo en la provincia de Ciudad Real, en el que quizás su condición de aeropuerto privado, en un sector absolutamente público, le resta oportunidades y atractivo de cara a los inversores.
CRIA no tira la toalla: hoy es más fácil vender el aeropuerto que en 2016
CRIA lamenta el desenlace y sufre en primera persona el coste. Es consciente de la expectativa e ilusión despertada en muchos sectores tanto como del escepticismo fatalista de otros muchos. En muchas ocasiones CRIA se ha sentido como la única convencida de lo importante del proyecto y de las inmejorables condiciones de la infraestructura, con esa sensación de caminar solos hemos trabajado.
No obstante, el trabajo realizado en estos dos años es útil al proyecto, se han resuelto cientos de problemas que dificultaban la venta, se han revisado y reparado las instalaciones, se ha mejorado las seguridad jurídica de la transmisión sin menoscabo de la situación de los acreedores y, sobre todo, se ha vuelto a poner en el mercado una infraestructura que a todas luces tiene su atractivo, de forma que a día de hoy el Aeropuerto está mejor que en 2016 y por ello ahora es más fácil venderlo y comprarlo. Por ello, CRIA no tira la toalla y aprovechará el aprendizaje y su inversión para estar atenta al nuevo procedimiento que se ha de poner en marcha para liquidar la Sociedad CR Aeropuerto SL y poner fin al concurso de acreedores de la misma.
Agradecimientos
Finalmente, CRIA quiere mostrar su agradecimiento en general a la sociedad de Ciudad Real y sus instituciones así como a los medios de comunicación por su sensibilidad y cercanía y en particular al titular del juzgado de 1ª instancia número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real, al igual que a las titulares de la Notaria y Registro de la Propiedad, así como a los empleados de estos organismos por su trabajo y dedicación. Agradecimiento extensivo también a los trabajadores que permanecen en el Aeropuerto y a los numerosos proveedores de servicios y obras que han colaborado con CRIA en estos dos años llenos de incertidumbre».
Por otro lado, el fondo inglés RoundShield Partners asegura que en ningún momento había un contrato vinculante y que no se cumplían una serie de condiciones necesarias para una supuesta transacción por la compra del aeropuerto de Ciudad Real.